El inmortal poeta José Joaquín de Olmedo escribió el primer himno patrio en 1830. El General Juán José Flores, primer Presidente de la República, compuso otra letra y después algunos escritores más, inclusive un argentino residente en nuestro País. Todas estas letras quedaron en un segundo plano, y fue el Congreso Nacional de 1900 el que aprobó oficialmente el himno que compuso por encargo suyo el poeta Juán León Mera, en el año 1865.
La música corresponde a don Antonio Neumane, natural de Córcega, avecinado por aquellas épocas en Guayaquil.
EL Congreso Nacional, por decreto del 29 de septiembre de 1948, sancionado por el Presidente Constitucional de la República señor Galo Plaza Lasso, oficializó el uso del Himno Nacional del Ecuador, en ese mismo año, el Congreso decretró la intangibilidad del himno y declaró el 26 de noviembre como su día oficial.
CONTENIDO DEL HIMNO NACIONAL
CORO.- En el coro se saluda repetidamente y se rinde homenaje a nuestra Patria, rebosante, llena de paz después de su independencia, cuya gloria es más brillante que el mismo sol
SEGUNDA ESTROFA.- Expresa que los hijos de Quito, ciudad adornada por el volcán Pichincha, fueron los primeros en proclamar la libertad, aclamando a la patria como señora de su destino y derramando su sangre por tan noble causa.
Este sacrificio u holocausto fue aceptado por Dios y sirvió como germen o semilla para que surjan millares de héroes cuyas hazañas asombraron al mundo.
OTRAS ESTROFAS.- Cantan el valor de aquellos héroes triunfantes, tanto en el valle como en la sierra, conquistando la libertad, mientras el león destrizado, que simboliza a España, ruge impotente y lleno de despecho.
Más adelante se afirma nuestro amor a la libertad, por la cual, siguiendo el ejemplo de los héroes, debemos luchar hasta el fin.
Termina el Himno invocando al volcán Pichincha para que, en caso de que nuevas cadenas nos esclavizaren, provoque un cataclismo que lo destruya todo, de modo que cualquier tirano encuentre sólo cenizas y desolación.
DATOS BIOGRAFICOS DE JUAN LEON MERA
Poeta, escritor y político nacido en la ciudad de Ambato el 8 de junio de 1832, hijo del señor Pedro Antonio Mera Gómez y de la señora Josefa Martínez Vásquez. En 1852 buscando nuevos horizontes se radicó en Quito donde hizo amistad con dos grandes personalidades de esa época Pedro Fermín Cevallos
y el poeta Julio Zaldumbide. Su primera producción literaria de relativa importancia la publicó en 1858 bajo el título de “Poesías”, su famosa novela Cumandá, y su obra máxima la letra del Himno Nacional del Ecuador, en el ámbito público desempeñó importantes cargos, fue Gobernador de Cotopaxi, Secretario del consejo de estado, tesorero en Latacunga etc. Se casó en Ambato el 21 de enero de 1862 tuvo 13 hijos, murió en Atocha el 13 de diciembre de 1894.
DATOS BIOGRAFICOS DE ANTONIO NEUMANE
Músico y compositor, hijos de padres alemanes, pero nacido en la isla de Córcega el 13 de junio de 1818, hijo del señor Serafín Neumane y de la señora Margarita Marno. Desde muy joven se despertó en él una marcada vocación musical que lo llevó a estudiar en el Conservatorio de Milán, Italia, donde obtuvo el título de Profesor de Música. Luego de recorrer varios países de América como director de la orquesta de una compañía de ópera, llegó al Ecuador en el año 1841, donde se radicó y permaneció 10 años. En 1851 se ausentó a Europa, pero al año siguiente volvió para establecerse definitivamente en Guayaquil, donde fundó una Academia de Música, luego con el apoyo de García Moreno se crea el conservatorio nacional de música. Vivía en el tradicional barrio de las Peñas cuando a principios de 1866, y solicitud de la Cámara del Senado compuso la música y escribió las partituras del Himno Nacional del Ecuador. Antonio Neumane, murió en Quito el 3 de mayo de 1871, sus restos fueron traslados a la ciudad de Guayaquil y colocados en el templo de San Francisco cerca de los restos de José Joaquín de Olmedo.
HIMNO NACIONAL DEL ECUADOR
CORO
¡Salve, oh Patria, mil veces! ¡Oh Patria!,
¡gloria a ti, ya tu pecho rebosa!,
¡gozo y paz, y tu frente radiosa
más que el sol contemplamos lucir!
I
Indignados tus hijos del yugo
Que te impuso la ibérica audacia,
De la injusta y horrenda desgracia
que pesaba fatal sobre ti,
santa voz a los cielos alzaron,
voz de noble y sin par juramento,
de vengarte del monstruo sangriento,
de romper ese yugo servil.
II
Los primeros los hijos del suelo
Que, soberbio, el Pichincha decora
Te aclamaron por siempre señora
Y vertieron su sangre por ti.
Dios miró y aceptó el holocausto,
Y esa sangre fue germen fecundo
De otros héroes que, atónito el mundo,
Vio en tu torno a millares surgir.
III
De esos héroes al brazo de hierro
Nada tuvo invencible la tierra,
Y del valle a la altísima sierra
Se escuchaba el fragor de la lid;
Tras la lid la victoria volaba,
Libertad tras el triunfo venía,
Y al león destrozado se oía
De impotencia y despecho rugir.
IV
Cedió al fin de fiereza española,
Y hoy, ¡Oh Patria!, tu libre existencia
Es la noble y magnífica herencia
Que nos dio el heroísmo feliz:
De las manos paternas la hubimos,
Nadie intente arrancarnósla ahora,
Ni nuestra ira excitar vengadora
Quiera, necio o audaz, contra sí.
V
Nadie, ¡oh Patria!, lo intente. Las sombras de tus héroes gloriosos nos miran,
Y el valor y el orgullo que inspiran
Son augurios de triunfo por ti.
Venga el hierro y el plomo fulmíneo,
Que a la idea de guerra y venganza
Se despierta la heroica pujanza
Que hizo al fiero español sucumbir.
VI
Y si nuevas cadenas prepara
La injusticia de bárbara suerte,
!gran Pichincha! Prevén tú la muerte
De la patria y sus hijos al fin;
Hunde al punto en tus hondas entrañas
Cuanto existe en tu tierra: el tirano
Huelle solo cenizas y en vano
Busque rastro de ser junto a ti.
